El cambio de horario es un evento que puede traer desequilibrio en los ciclos de sueño y en las rutinas de pequeños y adultos.
Al retroceder el reloj una hora en el cambio de horario de invierno, ver a tu pequeño despertarse UNA HORA ANTES de lo normal puede ser perturbador.
De igual forma, con este “pequeño desajuste” de 1 hora, puede resultar todo un reto completar con éxito la rutina de irse a dormir.
En este artículo te voy a dar una sencilla estrategia para suavizar o mitigar el impacto del cambio de horario en el ciclo de sueño de tu pequeño.
Asimismo, buscamos adaptar tus rutinas al nuevo horario lo más pronto posible.
Supongamos que tu hijo se duerme a las 7.30 pm y despierta a las 6.30 am.
(Estos horarios son sólo un ejemplo, y por supuesto varian de una familia a otra. Te sugiero utilizar estos consejos adaptándolos a los horarios que ya tienes establecidos con tu pequeño.)
El objetivo es que, después del cambio de horario, tu hijo(a) continúe durmiéndose cuando el reloj marque las 7.30 pm, y se despierte cuando las manecillas marquen las 6.30 am.
Dicho de otra forma, lo que buscamos es empatar el reloj biológico de tu pequeño con el nuevo horario.
Sigamos con nuestro ejemplo:
Cuando retrasamos el reloj una hora, las 7.30 pm se convierten en las 6.30 pm, y las 6.30 am se convierten en las 5.30 am.
Esto quiere decir que el reloj biológico de tu pequeño te va a pedir ir a dormir 6.30 pm, y querrá levantarse 5.30 am.
Entonces, ¿cómo hacer para adaptarse al nuevo horario causando el mínimo impacto en tus rutinas?
El secreto está en dividir la diferencia.
Ya con el nuevo horario (de invierno), lo que vas a hacer tanto en las siestas como a la hora de dormir, es colocar a tu pequeño(a) en su cuna/cama 15 MINUTOS MÁS TARDE de su hora habitual durante los 2 primeros días del cambio.
Cuando digo hora habitual me refiero a la de su reloj biológico.
Es decir, si tu hijo se duerme a las 7.30 pm, las 2 primeras noches lo vas a acostar a las 6.15 pm (del nuevo horario) -que en realidad serán las 7.15 pm de su reloj biológico.
Las siguientes 2 noches, lo vas a acostar a las 6.30 pm.
Las siguientes 2 noches, a las 6.45 pm.
A la siguiente noche podrás acostarlo a las 7.00 pm.
Entonces, al cabo de 1 semana, habremos empatado el reloj biológico de tu pequeño con el nuevo horario.
En este video te platico esta estrategia e incluyo las recomendaciones de qué hacer para la hora de despertar.
¿Qué hacer al despertar por la mañana?
La estrategia es muy similar.
Se trata de dividir la diferencia de horario en varios días con el fin de empatar el reloj biológico con el nuevo horario.
Digamos que tu hijo está acostumbrado a despertarse a las 6.00 am. En el nuevo horario, esto equivale a las 5.00 am.
Lo que buscamos es ir recorriendo la hora de despertar de forma gradual de las 5.00 am a las 6.00 am.
Para pequeños menores a 2 años, vamos a realizar ajustes de 10 mins cada 2 días.
Entonces, las 2 primeras mañanas después del cambio de horario, ve a buscar a tu pequeño a las 5.10 am.
Lo ideal es no ir corriendo a su habitación tan pronto se despierte. NO queremos transmitirle un mensaje que le indique que está bien despertar una hora antes de lo normal.
Las siguentes 2 mañanas, 5.20 am.
Las siguientes 2, a las 5.30 am.
Y así sucesivamente hasta llegar al horario deseado de 6.00 am.
Al cabo de 10 días, habremos empatado su reloj biológico con el nuevo horario.
Entonces, si normalmente despierta a las 7:00 am (pero en realidad son las 6:00 am), vas a esperar 10 minutos los dos primeros días antes de ir a verlo; 20 minutos el día 3 y 4, 30 minutos los días 5 y 6, y así irás aumentando 10 minutos cada dos días para que al final de la semana ya esté despertando a la hora normal del nuevo horario.
En el transcurso de una semana en ambos casos (bebé y niño), ya debes acostarlos y despertarlos a la hora normal del nuevo horario.
Cuando adelantamos el reloj una hora para el horario de verano, aplica la misma estrategia de dividir la diferencia pero en sentido contrario.
Puede ser que le cueste un poquito de trabajo dormirse los primeros días porque será más tarde o más temprano de lo normal (dependiendo del horario en el que nos encontremos), pero al cabo de una semana su cuerpo estará bien adaptado al nuevo horario.
Confía en tu pequeño y ten por seguro que en una semana, máximo dos (caso extremo), el horario de tu hijo estará completamente ajustado.
Espero que estos consejos te sean de utilidad.
Si necesitas ayuda con el sueño de tu pequeño, con gusto podemos platicar. Agenda aquí tu llamada de diagnóstico totalmente gratis.
¡Dulces sueños!
